lunes, 23 de junio de 2008

A Rodrigo

Hoy quiero dedicarle esta entrada a Rodrigo. No, a ese Rodrigo no. No, a ese otro tampoco. Es a un Rodrigo que sólo yo conozco… yo y quizás mis padres. Un Rodrigo que nunca llegó a nacer. Como dirían Juan Carlos Baglieto y Silvina Garré: “Enorme y azul, la vida se le dio; no pudo tomarla, no pudo tomarla, de tan pequeño”. Sí, Rodrigo, quien hubiera sido mi hermano mayor si hubiese podido tomar la vida que se le dio. Nunca nadie supo si era varón o mujer, pero cada vez que pensé en él, lo pensé como varón. Y hoy quise ponerle un nombre, y se me ocurrió Rodrigo.

Lo sé desde hace mucho… no sé exactamente cuándo, o desde hace cuánto. Creo que desde siempre lo supe… pero nunca me había detenido a pensarlo como lo hice hoy. Rodrigo. Un nombre más. Un bebé más de los miles que no llegaron a nacer. Pero mi hermano mayor. ¿Qué hubiese sido tener un hermano mayor? Es algo que nunca tuve ni voy a tener. Ahora que lo pienso, me gusta ser la más grande a pesar de todas las desventajas que puede tener. Pero pensando en un hermano mayor todo cambia… ¿cómo hubiese sido? Todo totalmente distinto seguramente. Pero pensándolo bien… si Rodrigo hubiera nacido, ¿me hubiesen tenido a mí acá, hoy, escribiendo esto?

Ahora cito a Ricardo Arjona, quien canta: “Un posible ingeniero, roquero o escritor; quizá un bohemio, quizá un señor, quizá un compositor, poeta, medio loco o trovador; quizá una idea, quizá una solución”. Quién sabe qué hubiese sido… cuántas posibilidades… y nunca lo sabremos. Cuántas vidas pasan por lo mismo y son olvidadas… sin embargo de Rodrigo yo no me olvidé. Y hoy lo creé en mi mente, le di forma, lo hice crecer y fue más que aquel diminuto ser que nunca llegó a nacer, y sí fue una persona. Por eso digo que sólo yo lo conozco… y quizás mis padres… porque mis padres estoy segura que pensaron mucho en él hace unos 19 años ya… pero no lo imaginaron como yo lo hice hoy. Y mis hermanos, estoy segura que no lo pensaron, y si lo hicieron, tampoco como yo.

Simplemente porque hoy me acordé de él y lo traje de nuevo al mundo, le di forma, fue mi hermano mayor y me imaginé la vida si él estuviera aquí. No sé si donde está seguirá siendo un diminuto ser que no comprenderá nunca estas palabras, o si allá creció y puede entender lo que le hablo hoy. Pero sé que está allá, y que hace 18 años estuvo acá, dentro de la panza de mi mamá, en el mismo lugar que yo estuve unos meses después. Por eso hoy le dedico lo que escribo a Rodrigo, mi hermano mayor que no llegué a conocer.

1 comentario:

Mustapha Ibrahim dijo...

Creo que sería como el famoso"EFECTO MARIPOSA". Es posible(no probable)que te encontraras escribiendo con ese afan. Creo que de no haber tenido esa hermana mayor, nunca me hubiera dedicado a esto.
¿Cómo se debe tomar?¿Como un hermano imaginario al que nunca le dirías chau, así crezcas y cambies tu forma de pensar, o como simplemente la posibilidad de que tu hermano, al que describiste como la persona que te hubiera gustado conocer,pueda escucharte como persona real en un submundo al que no podés llegar?
Iba a nacer alguien antes de mi hermana, y me enteré hace más o menos cinco años, después de 12 de no saberlo. No se me había ocurrido esto. O mejor dicho, no lo pensé como vos. Está muy bueno, y abre la mente para más ideas. Congratulations!!!