lunes, 30 de junio de 2008

Frivolidad en el ascensor

Ambos cuerpos subieron al ascensor. Cada uno se encargó de mirar su propio reflejo en el espejo. Se acomodaron el cabello, el cuello de la remera, le sonrieron a su imagen y nadie cruzó palabra. Frívolamente, cada uno metido en su propio ego, acomodándose para ser visto por un tercero, al salir del ascensor.

Algún día durante enero del 2008

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