martes, 29 de julio de 2008

Tu triste rostro

Ese rostro tan ajado
me dice cuánto has luchado,
en qué batallas has andado,
qué caminos caminado
y qué penas atravesado.

Esa mirada triste
muestra lo que viviste,
cuán débil fuiste,
que varias veces caíste
y siempre adelante seguiste.

Tus ojos decaídos
demasiado dolor han visto,
miedo han tenido,
mucho transmitido
y males vencido.

Tu tan humilde corazón
sin prejuicios amó,
a todos se acercó,
algunas veces triunfó
y muchas otras decayó.

Son tus arrugas,
eterna caminante,
fieles testigos
de cuanto has vivido,
que hoy nos muestran
tu pasado en vivo.

Un pasado en el que
no siempre has vencido.
Un presente solitario,
poco estable y movido.

Recuerdos hirientes,
molestos y fuertes
dejaron esteras
de amargas derrotas,
muertes vivientes,
injustos engaños
y tristes memorias
de quien fielmente siguió,
valientemente sufrió,
con ojos cansados lloró
y hoy, por fin, triunfó.