martes, 2 de diciembre de 2008

Conversaciones en una tarde de estudio

- Che Vale, ya estoy cansada de eso… ¿no me podés hablar de alguna otra cosa?

- No loca, esto es lo que tengo que estudiar ahora, no puedo distraerme con otras cosas.

- Sí, ya sé, pero me aburre. Dale, no seas mala. Ya me cansaron las fechas, los imperios, las invasiones y la Cristiandad Medieval.

- Si vos estás cansada, que sólo me escuchás, imaginate yo, que lo tengo que estudiar.

- Encima es todo parecido y ya se me mezclaron todas las cosas que me fuiste contando. Todo tiene causas, características y conclusiones y los aspectos son siempre los mismos: político, económico, social, cultural y religioso. ¿No hay nada más divertido que me puedas contar? Lo de la semana pasada estaba bueno, eso del cubismo, el arte pop, el arte cinético, eso sí me encantaba escucharte.

- No, mi querida oyente y testigo de todas mis vivencias en mi habitación, por ahora no puedo leerte otra cosa. Aparte, no te quejes, voy turnando estos temas aburridos con unos cantos acompañados de la guitarra cada tanto, mientras me despejo un poco y busco un impulso para seguir con el Medio Evo.

- Sí, es verdad… me gusta escucharte tocar la guitarra y cantar. Aunque desafinás bastante, me gusta. ¿Podés cantarme ahora Bleeding Love? Me gusta cómo te sale esa.

- Bueno, está bien, te canto esa y después sigo porque me falta contarte lo del fundamentalismo y el terrorismo todavía.

- Trato hecho. Y cuando termines de estudiar estas cosas aburridas ¿vas a seguir leyendo el libro gordo ese que tiene la señora de pelo verde en la tapa? Me encanta ese dibujo. Siempre me gusta verlo mientras vos leés. Como eso no te gusta compartir, y lo leés en tu mente, entonces me divierto mirando el dibujo.

- Amiga, no lo leo en voz alta porque eso no necesito estudiarlo, pero prometo que voy a leerte algunos fragmentos porque es un libro espectacular y mucho, muchísimo más divertido que lo que estuviste escuchando estas últimas tres semanas.

- Bueno Vale, muchas gracias. Por fin voy a saber qué es eso que te tiene tan atrapada durante las noches y los días mientras no estudiás. ¿Ahora me cantás la canción que te pedí por favor?

- Sí, ahora mismo. Hacé de cuenta que esta vez no desafino, y te la canto mejor que nunca.

Conversación que tuve con la cortina de mi baño ayer por la tarde.


1 comentario:

VITALIA dijo...

Que loco, todo el tiempo pensé que hablabas con una amiga y pensaba: que piola, la amiga que la acompaña a estudiar y se queda ahi mientras ella toca la guitarra y vuelve con los libros! jaja.
Ya voy a hablarle a la cortina, a ver si me contesta y me hace más ameno el estudio que está sostándome un fardo!
Un besote y gracias por tus comentarios en mi blog. Muchas gracias de verdad. Me sirven mucho,
besos