lunes, 15 de febrero de 2010

Que no me importe

Avda. Costanera 3200, San Bernardo, Argentina.

Que no me importe correr, en short, remera y zapatillas deportivas, sola, mientras amanece, entre la muchedumbre que zigzaguea todavía en tacos, polleras y escotes. Que no me importe que me miren con cara de asco, entre risas, bromas y gritos. Que digan que estoy loca. Que mi sudor es de los treinta minutos que llevo corriendo. Que el de ellos es el de una noche de luces relampagueantes, oídos aturdidos y alcohol. Que no me importe lo que miren, digan o callen, es lo que he aprendido y hoy, me hace más feliz.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá todos fuésemos así!

Meolans dijo...

Tantas madrugadas iguales a esta... Nostalgia...

Ale dijo...

Que nunca te importe. Es en esos detalles íntimos que nadie entiende, donde encontramos la felicidad instantánea, propia, única y repetible por cada vez que la elijamos.

oveja y negra dijo...

Que no me importe lo que piensen los demas,mientras pueda ser yo misma...