lunes, 24 de octubre de 2011

Donde la vida se hace más linda

Allá lejos alguien se aprende una canción de memoria de tanto escucharla; la hace dar vueltas, la hace jugar, y la hace suya.

Allá alguien se emociona con una voz y quiere correr a abrazar. Espera todo el día y cuenta las horas para ver de nuevo aquellos ojos tímidos.

Allá lejos, el tiempo por fin pasa y se encuentran, se aprietan, se observan y más tarde se desintegran en besos. Sonríen; sin motivos, o con tantos, qué más da.

Allá el reloj deja de existir y el café se toma de a dos. El chocolate también.

Allá lejos no existen los miedos y se aprende a volar. Se aprende a sentir, se conocen las palabras, se hace magia.

Allá suspiran y son libres, cantan y ríen, saltan charcos y si se salpican, no les importa. Juegan el juego.

Allá bailan bajo la lluvia, se buscan, se aplastan, esconden dos manos en un solo bolsillo, y nunca se sueltan.

Pero acá… acá…

1 comentario:

Ale dijo...

Acá se transforman las cosas hasta el punto que vos lo permitas. Sé que el allá un día te va a tocar la puerta, y sé, estoy seguro, que le vas a abrir.