lunes, 15 de noviembre de 2010

Entrega

Quiero darte el calor de la profundidad de mi mirada.
Y que tus ojos no se cierren, para que la acojas.

Quiero darte el brillo de cada agujerito en mi sonrisa.
Y que se encienda la tuya, para que no se sienta sola.

Quiero darte la inmensidad de mi abrazo.
Y que sea doblemente inmenso junto al tuyo.

Quiero darte todos los compartimentos de mi corazón.
Y saber que nunca vas a intentar dañarlos.

Quiero darte todo lo que soy y lo que siento.
Y saber que sentís lo mismo, y saber que somos uno.

Quiero darte mi vida entera.
Y que la cuides. A capa y espada la defiendas.

4 comentarios:

Mario dijo...

Me encantó.

Sonia dijo...

Precioso!!!!

A dijo...

La intensidad del corazón de una mujer va de la mano a la capacidad de su entrega: algo que raya en el infinito.
Un abrazo,
alejo

valeria dijo...

¡Qué dulzura!