martes, 27 de octubre de 2009

Buscándote y tal vez encontrándote

Las manos que se peinaron delante de mí en el colectivo eran las tuyas dentro de unos años. El susurro desde tres asientos atrás era el tuyo cuando está cansado. Alguien me pisó y usa tus mismas zapatillas. El brillo de aquel cabello tiene un tono similar al tuyo bajo el sol. Te construyo de a pequeños pedacitos y una ráfaga de tu aroma me enceguece. Pasa el parque, pasa esa parada, aquellas rejas, ese escalón y aquel árbol. Sigo buscándote en cada detalle, y casi encontrándote. Hasta la huella digital marcada en el vidrio parece ser la tuya. Pero te siento lejos esta vez y todavía no sé por qué.