sábado, 6 de junio de 2009

Pendientes

Tengo un sueño germinando y

un puñado de besos esperando

la cercanía de tus labios.


Actitudes y voluntad,

poca resistencia, mucha locura,

y todavía mucho por dar.


Pendientes en el alma,

en el corazón y en la conciencia

la liberación de tantas cadenas.


Tengo caricias acumuladas,

un manojo de confesiones

y una camionada de palabras.


Difícil resulta a veces,

intentan salir pero se esconden

nuevamente en cada intento.


La próxima será.

No debe ser tan difícil.

No merecés tanto silencio.

No quiero tanta ausencia.


Tengo dudas y certezas,

sueños e inquietudes,

deseos y promesas.


Me desarmo en sentimientos.

Me derrito en cada palabra.

Me deshago en cada roce.


Me inhibo en una mirada.

Penetro en ella, la siento.

Me da fuerza. Te siento.


Viajo en tus palabras

y revivo con cada sonrisa,

tu arma tan poderosa.

En tu abrazo permanezco,

entre caricias y miradas,

en este mar de pendientes,

sabiendo todo lo que podemos dar

y lo que podemos llegar a ser.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo una espera esperando
un poco de ganas de besos
y cerca, lejos, tus labios besando.

Muchas palabras y poca verdad,
tanta resistencia, cuánta vanidad
y todavía no nos pudimos dar.

Ausentes en el alma,
en el corazón y en la conciencia
la frialdad de tanta cadena (y ninguna suelta)

tengo dedos ya muertos (a veces de risa)
tengo unas confesiones (las caricias)
y una tracalada de silencios y cenizas.

Difícil parece a veces,
intentan callar pero hablan
con palabras que es mejor hacer que decir.

Otra vez será.
Es muy difícil (al menos lo parece)
No nos merecíamos tanta nada, tanto nadie
Ni tanta melancolía (al menos eso parece).

Tenía dudas, media certeza,
Sueños? Incertidumbres
Deseos? Estaban todos sobre la mesa.

Me refugio en sentimientos
detrás de estas máscaras de palabras,
cada pensamiento igual que un roce.

Si me miran desaparezco por lo bajo.
Por lo bajo entro en la mirada, adentro;
Me están mirando… y yo qué siento?

Me alejo de tus palabras
Y me olvido el arte de sonreír,
Vos sabías y ya no parece el porvenir.

El abrazo lejano, amanezco
Entre caricias y miradas pendientes
En este mar de dos, los que podemos ser
Y acaso no llegamos, acaso, ni a parecer.

Anónimo dijo...

Tengo tierra y lluvia para tu sueño, viento que me lleva a tus besos. Tanto para dar y tanta resistencia, la voluntad de esperarte intacta. Y un chaleco de fuerzas que cohíbe mi locura. Tengo libertades y tenacidad tenaza para tus cadenas. Ansiedad de caricias y oídos expectantes y pacientes. Pago el silencio con silencio en un pacto de pureza. La ausencia de Freud que aviva, la presencio en el crepúsculo. También tengo sueños que se aquietan en promesas ocluidas. Tengo sencimientos (cimientos de sentimiento), una escalera de palabras y la piel erizada. Mi mirada fija, la tuya muy dentro, por momentos en el suelo. Puntadas de sonrisas, adrenalina en el pecho. Este y los brazos los tengo con tu forma, dando lo que pueden, esperando lo que somos…

Clara Castillo dijo...

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Saludos!
Claro que la felicidad está en las pequeñas cosas, en las cosas simples! :)