lunes, 30 de junio de 2008
Me dio miedo verme al espejo
Lo que me llevo
Recital
Wow.
Sería mi sueño ir a un concierto de Pink.
Y sentí miedo
No quería morir. Y estaba absolutamente segura de eso. Pero ahora que aquello pasó, que mi cuerpo sigue caminando sobre el piso mojado, que mi voz aún suena en el silencio de la noche, estoy segura que no me alcanzó. Sabiendo que mi cabeza todavía me duele y que aquella herida todavía arde, estoy enormemente agradecida y feliz de haber pasado ese momento. De haberlo vencido, de haber triunfado. Sigo viva y eso es lo que me hace feliz. Hoy, luego de haberlo logrado, y sin caducar durante aquel acontecimiento arriesgado, puedo decir que tuve miedo, que sentí el peligro cerca, muy cerca. Hoy quiero que esa herida me siga ardiendo, que la cabeza a veces me duela. Es la única forma de seguir caminando sobre el piso mojado, de seguir sintiendo mi voz en el silencio de la noche, de saber que sigo en este mundo, como siempre lo estuve.
No quise expresarlo para no atraer lo que no quería. Pero deseaba decirlo, escribirlo, porque era lo que sentía, y si desgraciadamente, llegaba a ocurrir, para que la gente sepa que el final a veces es predecible. Para que mi gente sepa que lo había visto venir, que no era lo que quería, que los iba a extrañar, que los quería a todos, que cuántas cosas más. Pero no lo hice. Y si no lo hacía, e igual aquella desgracia me perseguía, sabía que me iba a arrepentir toda la vida (aunque ya no la tuviera) de no haberme expresado. Me iba a arrepentir de no haber dicho que realmente lo había visto acercarse. Me iba a arrepentir de no haber dicho tantos perdones, tantos te quiero, tantos gracias, tantos te extraño, tantos… Pero no lo hice. Y no estoy arrepentida de no haberlo hecho. Quizás en otras situaciones lo hubiera estado; pero con lo que la vida me deparó hasta el día de hoy, no lo estoy. Es ahora cuando me siento completamente segura de poder y querer expresarlo. Es recién ahora cuando se los cuento. Pero aquella vez… simplemente, sentí mucho miedo.
Escrito: 22-07-07
Vida
En la vida se aprende. Uno se hace viejo, es cierto, pero se aprende. Y eso es lo que vale. En este tiempo aprendí que todo tiene una solución, excepto la muerte. Existe una forma de solucionar todo aunque en un principio no lo veamos factible, no veamos que realmente esa sea la solución. A la larga nos damos cuenta que sí la fue y agradecemos por ello. Para todo encontramos una salida, una forma de seguir adelante. A veces no podemos evadir los obstáculos que se interponen en nuestro camino, pero siempre encontramos la forma de correrlos del mismo, de saber atravesarlos, de sobrellevarlos. Todo tiene una alternativa, todo tiene una solución. Los obstáculos que se nos presentan a veces no pueden ser evitados, pero siempre podemos con ellos. Dios nos los pone en nuestro camino para que los venzamos, para que aprendamos. Con cada dificultad que se nos presenta crecemos y aprendemos. Dios no coloca obstáculos imposibles de vencer.
Y mientras crecemos aprendemos que todo sucede por alguna razón. Que las cosas se van dando a medida que crecemos, que aprendemos, que entendemos la vida.
En la vida siempre hay algo para cambiar, algo para aprender, para mejorar. Y debemos encontrar cuál es ese algo, y cambiarlo, aprenderlo, mejorarlo. Ser útil al mundo, a la sociedad, a las generaciones que nos siguen. Sentirnos útiles. Multiplicar nuestros talentos – antes identificarlos y sentirnos orgullosos por ellos. Si nuestra existencia no sirve de nada ni para el mundo, ni para nadie que nos rodea, la vida no tuvo sentido. Seremos fácilmente olvidados y borrados. Aprovechar lo que sabemos, lo que nos gusta, lo que nos hace sentir que nacimos para realizarlo y llevarlo a cabo. Progresar. Crecer. Amar. Soñar. Vivir. Ser feliz con lo que se tiene. Sonreír.
Ahora sólo quiero llorar
Escrito el 13 de junio de 2006.
Ya no soy la que crees que soy
Fue por vos que cambié,
Y por vos volví a cambiar.
Desde que te fuiste, no soy la misma.
No me llames, no me hables
Porque no te contestaré.
Mi corazón fue tuyo.
Todo por vos perdí,
Pero ahora que todo acabó
Te pido que no vuelvas.
Todo por vos terminó,
Te pido que no intentes regresar.
Y hoy yo te lo digo, no.
Ya no soy la que crees que soy.
Desde que te fuiste, no soy la misma
Y te pido que no intentes regresar
Porque todo terminó,
Porque todo en mí cambió.
Vos me hiciste cambiar,
Y no vas a poder cambiarme una vez más.
Vos me dijiste que no
Y hoy yo te lo digo, no.
No me llames, no me hables
Porque no te contestaré.
Pero no te quiere más.
Y si es que decides regresar
No encontrarás a quien conocías.
Todo en mí cambió,
Ya no soy la que crees que soy.
Y ahora yo te digo no.
No intentes regresar,
Ya no soy la que crees que soy.
Uno de mis primeros escritos... este fue en el 2005 creo.
Vuelve la primavera
Tu magistral belleza, agua
Que viajas y viajas, sigues ese camino establecido,
Nos calmas la sed, nos limpias, nos trasladas.
Sólo tú sabes quién te malgasta, quién te desperdicia.
Agua que riegas nuestra tierra, y nos ayudas con la cocina.
Chocas las rocas, las humedeces con tu dulzura.
En momentos corres, otros caminas, y a veces te estancas.
Vas y vienes, siempre presente, pero no por mucho más.
Cada vez pensamos más en ti, cada vez te buscamos más;
Todos te necesitamos, no te vayas, nunca te termines.
Pero tan rara al observarte en detalles, con atención;
Con esas magníficas características que sólo tú posees.
Me hundo en ti, tu belleza me lleva, me lleva lejos.
Sigo tu curso, sigo tu camino y más lejos llego.
En la inmensa dependencia que nos une, tan cerca.
Llueva, truene o nieve, tú sigues sin quejarte y así avanzas.
A veces no tan suavemente, caes del cielo, y me quejo.
Pero, ¿qué sería sin ti, magnífica y vital, tan pura y transparente?
Tú, que albergas tantas especies, tanta riqueza, tanta vida.
Oh, no te vallas, no nos abandones, sabe perdonar.
Quizás nuestros hijos no puedan utilizarte.
Pero tu magistral belleza persiste y persistirá por siempre.
Tu fluidez, tu rapidez, tu suavidad, tu capacidad.
Tan pura, tan bella, tan rara y a la vez tan tierna.
Fuiste té, fuiste café, y hasta sopa. Fuiste ducha, y caño.
Regadera, lago, represa y océano. Fuiste verano, frío y calor.
El ejemplo de lo insípido, paz, amor, vida y libertad.
Campo de pesca, curso de balsas, medio de transporte.
Y de la misma forma me traes. No te vallas, no.
Tu curso seguiré y tu magistral belleza admiraré.
Sin ti
Un libro sin hojas,
Un placard sin ropa,
Un rey sin su copa.
Un libro infantil sin dibujos,
Un pesebre sin musgos,
Una flor sin pétalos.
Una costurera sin hilos,
Un chiste sin sentido,
Un niño sin caramelos.
Un rico sin zapatos,
Un abogado sin sacos,
La tierra sin mares.
Estar sin ti es como ser
Un reloj sin agujas,
Una noche sin estrellas,
Un bosque sin árboles.
Sólo un poco de piel y huesos
Tú eres todo en mi vida
Sólo contigo puedo ser feliz
Escrito algún día, alrededor del 2004/2005
Sedienta de nuevas experiencias
Esperando próximos retos.
Esperándolos hasta cierto punto,
Sedienta; no deseándolos.
¿Quiero esas nuevas experiencias?
Las quiero, pero las espero con miedo;
Algo positivo traerán, algo encontraré.
No es miedo a lo que me pueda pasar;
Miedo a la verdad, aunque serán lo mismo.
Quiero, espero, sólo un aspecto;
Sólo ese lado; sedienta, no al extremo.
Suelen decir, y eso tendré que buscar
Porque “todo, tarde o temprano, llega”
Y así será, quiera o no quiera.
Escrito en marzo de 2007
No me gusta acostarme boca arriba
Pero algo que nunca entendí fue el por qué de mis pesadillas al estar en esa posición. Es genético: a mi mamá le sucede lo mismo. Pero no entendemos por qué. A ver, psicólogos, ¿qué sugieren? ¿Será por la misma razón? ¿Será porque yo al estar en esa posición pienso en cosas no muy agradables y eso se manifiesta en mis sueños? Últimamente, las únicas veces que sueño pesadillas son justamente éstas: cuando estoy en esta posición.
Además, ver a una persona durmiendo boca arriba, con los pies juntos, la boca y los ojos cerrados, las manos que sin apuro caen sobre la panza una arriba de la otra, me hace dar miedo. Me hace sentir como si esa persona ya no estuviera aquí.
Creo que presento algún tipo de fobia y repulsión a esta posición tan peculiar.
Mundo de fantasía
Un mundo de sueños, de niños, de hadas, de magia, de juguetes, de globos, de felicidad.
A veces me siento en un mundo alejado de todo ser, donde sólo yo y lo que yo quiera estamos y vivimos felices sin que nadie nos moleste.
Un mundo donde sólo yo me entiendo, dónde todo lo que hago tiene sentido, el único lugar donde soy libre y todo tiene sentido, todo importa, todo es grande y colorido.
Es el mundo al que huyo cada vez que el ruido se hace grande y no me deja tener mi paz, mi soledad. Es el mundo al que me escapo sin que nadie lo note. Es donde sólo yo existo, donde soy feliz.
Dibujo hecho con Paint.
Niños felices
Entre niños y adultos,
Entre juegos y gente
Me encuentro, me veo.
Pido, doy, traigo, llevo.
Así vengo, y así voy
Toda una tarde, multitud.
Niños que pagan.
Monedas, cambio, billetes
“Cuánto sale?” “Me alcanza?”
Un niño corre y otro lo persigue
Una madre pregunta
La otra controla.
Desesperada la gente corre;
Algunos ayudan.
Se cayó
“Pasále un trapo a la mesa”.
“Mostrále dónde es el baño”
Los niños se divierten y ríen.
¡Qué lindo es verlos felices!
Nada nos espera
Veo gente que corre y grita,
Gente que sufre, gente que vive.
Y entre ellos te veo a vos.
Los colectivos que van y vienen,
Autos avanzan, autos corren.
Motos vienen, camiones van,
Y en el medio te veo a vos.
Como los caminos se interponen,
Rutas que se unen, pero nunca
Llegaste a mí, o yo a ti.
El reloj no se frena, pasa el tiempo
Corren lo días, tacho almanaques,
Y sigo sin tenerte a mi lado.
Te veo de día, pero no te encuentro.
Sólo te veo. Y al acariciarte
Tu imagen se desvanece.
Todos siguen con sus vidas.
El mundo gira una vez más
Y el sol vuelve a salir.
Sólo yo te espero a vos,
Pierdo mi tiempo,
Sufro y muero de amor.
Mientras el sol se esconde una vez más,
Mientras el mundo
Sigue con su vida habitual.
No es necesario que caiga una lágrima
No es necesario que caiga una lágrima por mi mejilla para demostrar lo que siento.
Hay miles de otras formas que no tienen que ver con el físico externo.
Y son pocos los que saben darse cuenta de lo que me pasa.
Son pocos los que no necesitan ver una lágrima en mi mejilla para saber qué es lo que siento.
Lo que busco
Hoy busco por acá, por allá, pero no encuentro.
Es más, ya ni sé qué es lo que estaba buscando,
Si lo sigo necesitando, o si de algo me servirá.
Pero lo busco, lo sigo buscando, y me pregunto
Me pregunto muchas cosas, pero entre ellas
Si lo que busco algún día me servirá.
Por las dudas, y sin saber qué es lo que busco,
Voy a seguir buscando, y ver si algo encuentro.
Escrito en julio 2007
Llovizna
Linda forma de dejarme
Te fuiste de mis brazos
Muy lejos de mi alcance
Te fuiste y sola me dejaste
Seguiste tu camino,
Seguramente mejor que el mío.
Con todo lo que de vos aprendí
Y todo lo que me faltaba aprender
Minutos antes conmigo estabas
En mi mundo vivías
En mis brazos te tenía
Aquel gran abrazo
Ese beso, tu último adiós.
De mi mente no desaparecerán
Los grandes momentos que juntos vivimos
No volarán como volaste vos
No me dejarán como me dejaste vos
No se desvanecerán, nunca
Porque fuiste todo o,
Casi todo para mí.
Hermano, amigo, maestro,
Todo en mí es gracias a vos
Todo de vos intenté imitar
Pero te fuiste, volaste
Te alejaste y me dejaste.
No más caricias, abrazos, besos
Sólo quizás en otras vidas,
En vidas que se encuentran lejos
En vidas que se encuentran lejos
Lejos como vos hoy de mí
Lejos como el lugar donde te encontrás.
Se que me reconocerás,
Porque todo fuiste para mí
Y algo debo haber sido para vos,
Aunque nada comparándote
Con todo lo que me diste,
Todo lo que de vos aprendí.
Sola aquí llorando
Me dejas y te vas.
Volando alto, muy alto,
Donde no te puedo ver,
Donde no te puedo tocar,
Te escapaste de mis brazos,
Sola y sin tu mirada me dejaste.
Nos volveremos a ver,
Y espero que hasta ese momento
No me olvides,
Porque yo jamás lo haré.
Parte de mí hoy murió con vos
Pero todo mi ser te espera,
Todo mi ser te recuerda,
Todo mi ser te quiere de vuelta.
Yo espero ansiosamente ese día
Quiero verte una vez más
Quiero que me enseñes una vez más
Quiero que me abraces
Quiero que me digas que me quieres
Te necesito a mi lado nuevamente.
Las camperas rojas y azules
Apoyo mi cabeza sobre la almohada, estiro mis piernas, suspiro y cierro los ojos. Siento que todavía me deslizo, veo un manto blanco, bajo en zig-zag. Abro los ojos y veo blanco de nuevo; pero no una montaña, sino un techo. Entonces los cierro nuevamente y siento el dolor en la pierna del golpe que me di bajando muy rápido. Recuerdo aquel episodio con el brasilero en la silla y el chico lindo que se sacaba la bota. Me escucho decir “Dale, sin miedo. Vení por acá”. Escucho a mamá contestar: “¡No, es muy empinado!”. Recuerdo la hamburguesa, la chica sentada en la mesa del lado y el chiquito en snowboard que me pasó rapidísimo y sin miedo a nada. Recuerdo las camperas rojas y azules, las camperas de Flechabas, varios grupos de diez personas en la base, todos vestidos iguales, intentando manejar los esquís. Y de nuevo me invade la nostalgia, los recuerdos, las ganas de tener puesta esa misma campera que usé hace un mes y de pertenecer al grupo de “teletubies”, todos iguales, gritando como guachos, que comen a la misma hora, la misma comida. Veía camperas rojas y azules, pero no distinguía al rostro dentro de ellas. No podía gritar “¡Ey! ¡Campera de Flecha, ¿quién sos?!”. No podía, no llegaría a nada, no los reconocería. Sentía la tonada tucumana, me daba vuelta y no eran mis compañeros; era un grupo de teletubies, todos iguales, gritando como gauchos, que comiendo a la misma hora, la misma comida. Los grandes no eran mis profesores. Las camperas verdes y amarillas no eran de mis coordinadores. Ahora sí me doy cuenta cuánto quisiera volver a vivir esos días que viví un mes atrás. Con las mismas personas, las mismas actividades, los mismos lugares, lo mismo. Porque cada pequeña cosa fue lo que llevó a ese viaje a ser lo que fue. Y a que hoy, al ver el colectivo celeste que dice “Vamos Argentina. Flechabus” parado en la terminal de San Martín de los Andes, suspire y diga: “¡¡Quiero volveeeeeeer!!” por más que estaba ahí.
La vida le había jugado en su contra
La vida le había jugado en su contra. Su ejemplo a seguir estaba ahora con Dios y no tenía quién le muestre el camino que se había propuesto años atrás. Su marido vivía con otra mujer y su único hijo había quedado bajo un auto en la autopista meses atrás. La vida le había jugado en su contra y no sabía cómo actuar. No sabía qué hacer, con quién estar, en quién creer, a quién amar. Sólo sabía que no estaba cumpliendo lo que había jurado. Era maestra, sí; pero era la réplica de aquella que tanto había odiado. Les gritaba a sus alumnos, no les enseñaba jugando, los chicos no se divertían en sus clases, los chicos no aprendían de ella. Sentía que la rabia y la desgracia le rebalsaba por los poros, quería pegarles a los niños. La paciencia ya no existía, el amor tampoco. Ni hacia los chicos, ni hacia la educación, ni hacia ella misma. No quería levantarse, no le importaba peinarse, no quería caminar bajo el sol, ni bajo la brisa primaveral, ni quería ver las estrellas, ni los autos que pasaban. No quería vivir. Ya nada le interesaba. La vida le había jugado en su contra y no había cumplido lo que había jurado.
Escrito: 8/9/07
La última carta
Escrito: 10/11/07
Ganas de vivir
Algo que me quedó picando desde la semana pasada, y ayer lo volví a vivir en dos sentidos.
El Padre Benzi dijo en su charla la semana pasada que tenía muchas ganas de vivir. Que a pesar de su enfermedad (esclerosis múltiple, para los que no saben) y su edad y todo lo demás, siente unas enormes ganas de vivir, una gran pasión por la vida y todo lo que ésta pueda traerle. Y nos dijo que hay gente joven, que podríamos ser nosotros, que no tienen ganas de vivir. Que ya están hartos de todo, que no sienten esa pasión por seguir viviendo. Ahí fue cuando saltó una amiga y dijo que yo era un ejemplo; pero justo en ese momento yo estaba pensando qué identificada me sentía con lo que había dicho el Padre, pero no con esta última postura, sino con la de él mismo. Ella dijo que yo no quería vivir… y yo sé que no es así. Que viva de una forma distinta a la que vive la mayoría de las personas ¿significa que no quiero vivir? No. Yo vivo a mi manera y me siento muy cómoda y feliz haciéndolo. Y hay algo que hace un año aproximadamente empecé a sentir, y son las profundas ganas de seguir viviendo, de seguir disfrutando, enfrentando la vida, y el miedo a no poder sacar el máximo provecho de ella. Así que me considero una persona con ansias de vivir, con unas enormes ganas de seguir viviendo, tal cual se describió el Padre Benzi; no como me describió mi amiga.
Ayer me lo repitió a forma de broma que derivaba de otro chiste. Pero lo repitió y me volvió a tocar, porque yo sé que no soy así. Otra amiga en cierta forma me “cuestionó” esta felicidad diciéndome con algo de desprecio (eso es lo que yo sentí, no sé si fue lo que quiso transmitir): “¿Por qué estás tan feliz?” “Porque la vida me sonríe. Soy feliz aunque me duelan los dientes porque ayer me ajustaron los aparatos” le respondí. Y más tarde otra persona muy querida me dijo a mí y a un par de amigas que le gustaba vernos siempre sonrientes y felices. También me llegó. Y yo a esto le contesté que así debería ser siempre.
Fuego
También nos da miedo. O nos daba miedo cuando éramos chicos. Al ver esa gran masa naranja subir cada vez más alto y reproducir formas extrañas que se mueven de aquí para allá, que se comen unos a otros. Esas imágenes que después quedaban en nuestra cabeza toda la noche, que iban y venían de nuestros sueños. Esas imágenes que nos dicen tanto, que nos traen tantos recuerdos, que se mueven por sí solas.
A veces vemos la cara de un ser querido, y muchas veces faltante, en esas llamas. Esa persona que se extraña aparece en nuestras mentes cuando vemos el fuego, así como aparece también en los dibujos extraños. A veces vemos a esa persona querida detrás del fuego, o sentada al lado nuestro y pensamos cuánto la queremos y cuánto bien le deseamos.
“Descubriste el fuego, para facilitar tu vida, y ahora lo usas para encabezar”
Ph de VB
Frivolidad en el ascensor
Algún día durante enero del 2008
Estado: nada
Es por eso que decidí llamar a estos 3 meses un período de ser “nada”. Porque siento que es así. No tengo preocupaciones. Ya no hay más de aquello… y esto que viene todavía no me preocupa porque no lo conozco y lo tengo que aprender… es raro… es difícil explicarlo, como todo, tiene más sentido si se queda en mi cabeza y no tiene la necesidad de salir.
Tengo un tipo de boceto en mi mente sobre lo que es esta etapa… algo así como una graficación (¿está bien dicho?) de lo que siento… Pero tampoco lo voy a explicar. Está adentro, lo intenté sacar afuera, dibujar, pero no funcionó como quería, así que sigue acá adentro…
Como si muchas mareas se hubieran calmado de repente y están esperando a lo que sigue… que es desconocido, pero saben de qué se trata. La gente habla de “la calma que antecede al huracán”… será tan así? En fin… quién sabe.
Lo único que sé es que estoy en una “nada”. Que soy “nada” y me siento bien en esta nada. No es la “nada” de Hemingway… es una nada que yo inventé. Es un estado al que yo decidí llamarle “nada”. Y me siento bien… porque a pesar de ya no ser lo que queda atrás (ya que era inevitable), tampoco tengo apuro por empezar a ser lo que sigue. Siento que una vez que empiezo ya no termino y empieza así una etapa de vida diferente… me voy acercando a un estado de adultez al que quizás nunca hubiese querido llegar. Pero el tiempo es así. Pasa, nos empuja, nos lleva con él. Me intriga conocer lo nuevo, ver gente nueva, tener materias que me gusten… pero a la vez no siento apuro… Sé que sí o sí va a llegar, y no quiero apurar al tiempo.
Es una pena (de la primavera)
Es una pena que junto con la llegada de la primavera, en Tucumán tenga que haber tanta sequía, tanta tierra en el ambiente. Que no se vea el cerro con los lapachos de colores salteados entre la masa de árboles azulados, que podamos ver el sol una vez que se levantó un poco más que el nivel de smog y no desde que aparece entre los edificios de la ciudad…. Es una pena que tanta belleza compita con todo esto.
Pero aún así, hay quienes saben ver las flores detrás de la nube de tierra, el borde del sol que de a poco se distingue detrás del smog, la belleza de la primavera entre la sequía y el hollín de la caña de azúcar. Hay que saber ver. Intentar ver más allá.
Cuando llega el momento de decir adiós
Cada tic-tac del reloj
Era un paso más que él avanzaba.
Ansiosamente ella aguardaba
Mientras rápidamente él caminaba.
La cama, fiel a toda espera.
Urgente necesitaban hablar
Ella se tenía que descargar.
Su beso ella esperaba,
El abrazo iba a ser profundo
El amor mutuo.
Pero no fue así. Nada fue igual.
Ella forzó devolverle el gesto.
Hablando de todo un poco,
Seriamente, al tema se llegó,
El amor se había terminado, todo acabado.
Su corazón dejó de latir por él.
No latía por nadie más,
No sabía cómo explicarlo, pero
Ella sólo buscaba la libertad.
Aquella sombra oscura
Creciendo demasiado rápido
Quizás mi niña interna está muriendo
Quizás estoy comenzando la verdadera realidad
O el ángel de Poldy ya se está escondiendo.
Cada vez más lejos la niñez,
Pero creciendo demasiado rápido,
Creciendo a pasos agigantados.
Nuevos planes y proyectos.
Y quizás la vida me alcanza,
Y quizás estoy creciendo demasiado rápido.
Escrito algún día durante el 2007
¿Cómo guardo tu aroma?
Escrito en agosto de 2007
Abandonar el ego
Abandonar el ego. Sólo eso. De vez en cuando.
20 de junio, Día del Amigo (2007)
Y es así! Un amigo es esa persona que te levanta, que te ayuda, que te aconseja, te escucha, te habla, te sostiene, te da la mano, te toca el corazón. Para mí, amigo es todo aquel que en algún momento de mi vida estuvo presente e hizo alguno de esos gestos, tan valoradas por mí. Amigo es todo aquel que dejó una huella en mi vida, que estuvo presente en momentos difíciles, que hizo algo por mí, que se las jugó, me demostró amor… tantas cosas que hacen los amigos…
Me considero una persona que a lo largo de su vida tuvo muchos amigos, muchas personas al lado, mucha gente querida. Quizás los verdaderos amigos son pocos. Quizás. Pero la verdad es que hoy siento que tengo mucha gente que si algún día necesito algo, me van a dar la mano, me van a brindar su ayuda.
Para mí, amigo es aquel que más allá de todo lo que pueda hacer por uno, el tiempo que pueda haber compartido con uno, deja una huella, toca un corazón. Hay veces que la gente pasa por nuestras vidas un tiempo corto, y después misteriosamente (o a veces no) se van, se alejan, siguen otro camino. La gente que uno realmente recuerda después, lleva en el corazón son aquellos que llegaron a tocarlo, que llegaron a él, que hicieron un cambio, demostraron algo diferente en la persona. Por eso considero que tengo, y tuve, amigos de muchas edades. Amigo puedo llamar a mucha gente. A familiares, a mis amigos regularmente llamados, a cuánta gente… Todo aquel que provocó un cambio en mí, que significó algo en mi vida, que dejó su huella, fue considerado mi amigo. Todo aquel que hoy está presente al lado mío, siempre con algo que decir, que enseñarme, que aportar, también es mi amigo. Y todo aquel que me falta conocer, que va a llegar a mi corazón, también lo será.
Más allá de todo lo que una persona puede hacer por otra, para mí, un amigo es aquel que deja una huella en el corazón del otro, sin depender su edad, situación, estado, o lo que sea que diferencie a ambos. Amigo puede ser cualquiera, siempre y cuando te tome de la mano y te toque el corazón.
Es por eso que hoy, 20 de junio, Día del Amigo, quiero agradecer a todas y cada una de esas personitas que día a día están, van, vienen, a las que se fueron del todo, a las que volverán, a las que de a poco voy conociendo, a las que me falta conocer. A las que me ayudaron, me sostuvieron, me levantaron, me cuidaron, me mimaron, me hicieron reír, pensar, delirar, ser feliz. A las que me escucharon, me aconsejaron, me vieron reír, me vieron llorar, y tantas cosas más… A todas esas personas que en algún momento consideré amigas, aunque hoy no las tenga a mi lado. A todas esas personas que están hoy. A todas y cada una de ellas. Gracias por haber dejado esa huella en mi corazón. Sepan que todo aquel que lo hizo, esa huella va a quedar ahí marcada, y no va a desaparecer. Nunca van a desaparecer. Por más que la vida nos separe, la huella, la marca que dejan en mí no se va.
No me voy a poner a nombrar a nadie. Simplemente, dense por aludidos, porque va dedicado específicamente para ustedes!
Gracias!!!
Los quiero a todos, y sepan cuán importantes son para mí!!
Escrito para el día del amigo del 2007
Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Autor: Nadine Star
Erróneamenete atribuido a Jorge Luis Borges
sábado, 28 de junio de 2008
Y uno aprende
Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes..., y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado hasta el calor del sol quema, que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale, y uno aprende y aprende...
Y con cada adiós uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver al tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por compañía a tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente... Sólo con el tiempo.
Se supone que es de Jorge Luis Borges, pero leyendo un poco más me enteré que después de su muerte fue publicado con su nombre, al igual que el famoso texto Instantes y no le pertenecen. Instantes logré averiguar que es de Nadine Star, originalmente escrito en inglés, y de éste texto no pude encontrar el autor... María Kodama mencionó Instantes y dijo que no es de Borges... pero de Y uno aprende no dijo nada. La gente se basa en que no es el estilo que escribía Jorge Luis, pero también puede haber escrito algo distinto, ¿no? En fin. Un texto hermoso sea de quien sea.