De vez en cuando se pone inquieto, comienza a moverse y salta a mi cachete. Se apoya tímido, me acaricia, me besa. Se duerme, sueña, da una vuelta y se despereza.
Vuelve a su lugar sonriendo y deja en la comisura de mis labios un pedacito de su sonrisa. Encendiéndolo todo, echando a volar.
2 comentarios:
Si los intrusos vienen con luz, bienvenidos sean...
A nadie le gusta andar a oscuras!
(y si se ríen, mejor!)
Cómo me gusta la palabra comisura y la frase comisura de (mis/tus/los) labios ^^
Publicar un comentario