Primo, acá te dejo todas mis fuerzas.
Así es la muy indiscreta.
Just like this. Te pincha por todos lados, te clava agujas una por una,
chiquitas y dolorosas, en la muñeca, en el pecho, en la frente, en el tobillo.
Las clava y las mueve, hace que las sientas, hace que te duelan, que te quemen,
que te perforen hasta atravesar, que te arda hasta el alma, que te sangre hasta
el hueso. Y cuando ya no tenés de dónde agarrarte, cuando ella se entera que no
sabés para dónde correr, viene de nuevo y se apodera de tu preferido. Juega con
él, le hace lo que quiere y lo destroza. Donde sabe que duele. Donde sabe que
te duele. Viene como dueña del mundo y se mete en vos, en él, en lo que
crearon. Y así es la muy injusta. Te toca una parte de tu alma. Te rompe en
pedazos la poca calma que quedaba. Te destroza sin piedad el lugarcito de paz y
de miradas que no necesitan palabras. Te quiebra hasta el abrazo. Te arrastra a
su antojo las ideas, la teoría y la esperanza. Hace débil al fuerte. Da y quita
como se le antoja. No sabe de la fuerza, ni del valor, ni del peso sobre la
espalda. No sabe de sonrisas, ni de la paz, ni de amanecer. Así, así es, y así
aparece y maltrata. Quiebra, araña, destroza, calcina. Y se va. Se va mirando
hacia el costado, frotándose las manos y dejándolo todo detrás. Haciendo de
cuenta que acá no pasó nada. Pretendiendo que siga igual lo que nunca podrá
volver a ser.
3 comentarios:
A veces escribimos parecido, así, repitiendo; así, insistiendo; así, reiterando. Como hablando inseguros, como hablando en pausas. Siempre frases cortitas.
¿Entendés?
Así es la vida y la muerte, así es el ciclo interminable.
Así es la inseguridad, el desamor, la vida.
Así es la vida.
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