La modesta.
La atenta.
La observadora.
La parecida a mí.
O a la que yo me parecía.
La callada.
La del brillo en los ojos.
La del cuerpo sano.
La del alma sana.
La dulce.
La que esperaba mi abrazo.
La que lloró en mis letras.
La que se hizo grande.
La intacta.
La dueña de mi cama.
La compañera de mi silencio.
La del pelo inmaculado.
La fuerte.
La que se fue con la primavera.
Dos días después de los jazmines y
pirpintos.
Un día antes de la multitud y el ruido.
2 comentarios:
qué inefable, hermoso, Vale
me encantaaaaaaa :)
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