Esa otra familia de la que también soy parte.
(“¡Te quiero yo, y tú a mí, somos una familia feliz!”)
(“¡Te quiero yo, y tú a mí, somos una familia feliz!”)
Cuando estaba sumergida en la pura nada, hubo dos lugares en los que encontré
algunos pedacitos de mi vida que habían quedado en el camino.
En ellos encontré paz y podía quedarme a vivir:
El Ateneo Grand Splendid (arriba) y Hard Rock Café (abajo).
algunos pedacitos de mi vida que habían quedado en el camino.
En ellos encontré paz y podía quedarme a vivir:
El Ateneo Grand Splendid (arriba) y Hard Rock Café (abajo).
Conocí a las Martitas, esos seres tan increíbles que supieron hacerme sentir cómoda
desde el primer momento que nos vimos. Que me cantaron, que me escucharon,
que me acompañaron, que me sacaron miles de sonrisas y hasta alguna lágrima,
que me enseñaron, me sostuvieron y me hicieron reír a carcajadas.
Con ellas cara de oferta (arriba), con ellas fiesta (abajo).
desde el primer momento que nos vimos. Que me cantaron, que me escucharon,
que me acompañaron, que me sacaron miles de sonrisas y hasta alguna lágrima,
que me enseñaron, me sostuvieron y me hicieron reír a carcajadas.
Con ellas cara de oferta (arriba), con ellas fiesta (abajo).
Tuve la inmensa felicidad de poder escuchar en vivo por primera vez a mis
tres voces argentinas favoritas. Después de tanto esperarlas, en tres semanas
las escuché a las tres: Silvina Garré hizo saltar lágrimas y erizó mi piel con
su voz tan alta entre los astros.
tres voces argentinas favoritas. Después de tanto esperarlas, en tres semanas
las escuché a las tres: Silvina Garré hizo saltar lágrimas y erizó mi piel con
su voz tan alta entre los astros.
Celeste Carballo trajo sus tangos y me dejó con un poco de sed de sus clásicos
que yo cantaba y bailaba de chica, mientras mi mamá la escuchaba.
que yo cantaba y bailaba de chica, mientras mi mamá la escuchaba.
La señora naturaleza, la de la bici, la del tenis, la del cerro, la de la sonrisa gigante,
los panqueques, los libros y todos los abrás.
los panqueques, los libros y todos los abrás.
Tuvimos un campeonato en categoría cadetes, y el tricampeonato en primera.
("¡La Unsta mueve, mueve!")
("¡La Unsta mueve, mueve!")
2 comentarios:
Que lindas fotos Vale!! se te nota en todas muy feliz, y rescatar ESO de todo lo que te pudo haber pasado en el año es genial, porque significa que tenés presente que aunque las cosas puedan salir mal, también está su contracara.
A ver cuándo volvés a Buenos Aires y nos pasás a visitar a cada uno! :)
Besos!
Es que en definitiva...lo más lindo que tiene esta vida son las relaciones afectivas que podemos construir con las personas que nos rodean.
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