jueves, 31 de diciembre de 2009

Mi abuela Yeya


- ¡Hola Yeya! ¿Cómo estás?
- Y para la mierda m’hijita.
- Ay, ¿por qué? ¡Yo te veo bien!
- Me duele la rodilla, ¡que no aguanto!

Tiene 88 años y sus únicas visitas al hospital en toda su vida fueron para la extracción de amígdalas y dos partos normales. Hace la tarta de coco más rica que probé en mi vida (aunque ya menos frecuentemente), y la devoro desde que tengo uso de razón.

1 comentario:

Mizar dijo...

Preciosa dedicatoria para tu abuela, Valentina. La mirada, las expresiones, los gestos, las palabras, el olor, las comidas, los consejos de una abuela son un regalo en la vida. Enhorabuena
Saludos
Mizar