Ella, que no soporta el silencio ni un segundo más.
Ella, reprime sus ansias de gritar
con todos sus órganos a medio vivir, «¿dónde estás?».
Ella, que ya no encuentra más nada en ningún rincón.
Ella, se sumerge en la lectura hora tras hora
para evitar pensamientos de la vida real.
Ella, mareada de esperar,
está cansada de preguntar.
Ella, se asoma a la ventana y sigue sin ver nada.
Ella prefiere, por hoy, no actuar.
4 comentarios:
algo genial al fin. Beso. g.
Tal vez ella debería no presionarse tanto, hablar de eso que tanto la aqueja con alguien de confianza y descomprimirse de tanta angustia. Besos Vale.
... sigo... sigo a veces sin ver mucho... pero sigo... algo de "amanecer obligatorio por lo menos hay"
abrazos Vale!
La vida es esto. Prestémosle atención a los
detalles. Al calorcito humeante del pis, a sacar la basura, a viajar apretados
en colectivo. Si no disfrutamos eso, ¿qué nos queda?
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