Llevo un tiempo pensando en vos. En vos, amiga. En vos, que hace tanto tiempo no te veo y hace tanto tiempo no sé nada de tu vida, ni hablo con vos, ni escucho hablar de vos. Me bastó con ver una fotografía con tu rostro para acordarme de tantos momentos vividos. No es que sólo te recuerde por eso. Te recuerdo muy seguido, y cada vez que lo hago, es con una chispa de tristeza por no tenerte hoy conmigo y con una sonrisa por nuestro pasado y lo poco que duró. Es que hoy no te tengo acá conmigo, ni cerca, quizás sea por eso que trato de evitar acordarme de tu rostro, de tu risa, de tu voz. Apenas aparecés en mi cabeza siento tantas cosas… tengo tantas preguntas que hacerte todavía…
Yo sé que sólo con un llamado de teléfono puedo volver a escuchar tu voz. Pero habiéndolo hecho tantas veces yo y no haber recibido ninguno de vuelta, ¿debería volver a hacerlo? Me siento herida en cierto modo. En un principio creo que estuve con vos, que estabas conmigo, para expresarlo mejor, quizás, porque no tenías mucha más gente con quién estar. En algún momento me lo dijiste. Pero yo creía que realmente te importaba, que me estabas tomando el mismo cariño que yo a vos. Y de repente empezaste a evitarme, a no devolver mis llamados, a demostrar cada vez menos interés… Lo que siempre me pregunté, desde aquellos días es: ¿hice algo malo? ¿Hice algo que te molestó, que te hirió? ¿Tengo algo que ver con la razón por la cuál me dejaste tan de lado? Yo te juro que no sé la respuesta y eso es lo que me atormenta desde que decidiste abandonarme. Todavía no sé por qué, ni lo entiendo. Creo que nueva gente comenzó a acercarse a tu vida y así como así decidiste cambiarme por ellas. Creo que fue eso. Así, tan de un día para el otro, sin previo aviso, sin ninguna razón. ¿Acaso no podés ser amiga de muchas personas a la vez?
No quiero recriminarte nada, ni hacerte sentir culpable, aunque las posibilidades de que leas estas palabras son muy pero muy pequeñas. Es sólo que siento mucha tristeza al recordarte, al verte hoy compartiendo con otra gente esas risas, esos gestos, esas expresiones que algún día compartiste conmigo y que hoy tanto extraño. Sos una de las pocas personas con las que me encariñé tan rápido. Lo sabés, no soy de llevarme con todo el mundo, suelo elegir poca gente con quién estar, y vos fuiste una de ellas. Fuiste. Porque hoy no sé por qué no puedo verte. Te siento tan, pero tan lejos. Y sé que es por vos. Por alguna razón te alejaste de mí y cada vez que traté volver a tenerte cerca me lo hiciste muy difícil. Y ya me di por vencida.
Tengo un nudo en la garganta y tantos recuerdos, tantos abrazos, tantas palabras que compartimos en la mente. Pensé que nuestra amistad duraría años, y hoy me entristece tanto pensar en esto... Éramos tan parecidas… Eras tan especial para mí… Hoy sólo sos recuerdo y te repito, te extraño muchísimo y no te imaginás cuánto me gustaría poder estar compartiendo ciertos momentos con vos…
Amiga, extraño tu mirada, tus ojos, tu sonrisa, tu voz, tus gestos, tu expresión al caminar, al hablar, las palabras que aprendí de vos… Eran todas distintas a las de todo el mundo, por eso quizás me llamaban la atención y me gustaban. Te extraño, y me gustaría poder revivir esa amistad que en algún tiempo tuvimos, o yo pensé que teníamos, aunque ya no lo creo posible. Amiga, te extraño desde hace mucho tiempo. Y te voy a seguir extrañando, pensando en lo que podríamos ser hoy.
Yo sé que sólo con un llamado de teléfono puedo volver a escuchar tu voz. Pero habiéndolo hecho tantas veces yo y no haber recibido ninguno de vuelta, ¿debería volver a hacerlo? Me siento herida en cierto modo. En un principio creo que estuve con vos, que estabas conmigo, para expresarlo mejor, quizás, porque no tenías mucha más gente con quién estar. En algún momento me lo dijiste. Pero yo creía que realmente te importaba, que me estabas tomando el mismo cariño que yo a vos. Y de repente empezaste a evitarme, a no devolver mis llamados, a demostrar cada vez menos interés… Lo que siempre me pregunté, desde aquellos días es: ¿hice algo malo? ¿Hice algo que te molestó, que te hirió? ¿Tengo algo que ver con la razón por la cuál me dejaste tan de lado? Yo te juro que no sé la respuesta y eso es lo que me atormenta desde que decidiste abandonarme. Todavía no sé por qué, ni lo entiendo. Creo que nueva gente comenzó a acercarse a tu vida y así como así decidiste cambiarme por ellas. Creo que fue eso. Así, tan de un día para el otro, sin previo aviso, sin ninguna razón. ¿Acaso no podés ser amiga de muchas personas a la vez?
No quiero recriminarte nada, ni hacerte sentir culpable, aunque las posibilidades de que leas estas palabras son muy pero muy pequeñas. Es sólo que siento mucha tristeza al recordarte, al verte hoy compartiendo con otra gente esas risas, esos gestos, esas expresiones que algún día compartiste conmigo y que hoy tanto extraño. Sos una de las pocas personas con las que me encariñé tan rápido. Lo sabés, no soy de llevarme con todo el mundo, suelo elegir poca gente con quién estar, y vos fuiste una de ellas. Fuiste. Porque hoy no sé por qué no puedo verte. Te siento tan, pero tan lejos. Y sé que es por vos. Por alguna razón te alejaste de mí y cada vez que traté volver a tenerte cerca me lo hiciste muy difícil. Y ya me di por vencida.
Tengo un nudo en la garganta y tantos recuerdos, tantos abrazos, tantas palabras que compartimos en la mente. Pensé que nuestra amistad duraría años, y hoy me entristece tanto pensar en esto... Éramos tan parecidas… Eras tan especial para mí… Hoy sólo sos recuerdo y te repito, te extraño muchísimo y no te imaginás cuánto me gustaría poder estar compartiendo ciertos momentos con vos…
Amiga, extraño tu mirada, tus ojos, tu sonrisa, tu voz, tus gestos, tu expresión al caminar, al hablar, las palabras que aprendí de vos… Eran todas distintas a las de todo el mundo, por eso quizás me llamaban la atención y me gustaban. Te extraño, y me gustaría poder revivir esa amistad que en algún tiempo tuvimos, o yo pensé que teníamos, aunque ya no lo creo posible. Amiga, te extraño desde hace mucho tiempo. Y te voy a seguir extrañando, pensando en lo que podríamos ser hoy.
2 comentarios:
..pero..que casualidad...jaa bue algo ya te dije..pero pense en muchas cosas parecidas a estas q escribiste...cuando me paso a mi tambien....ta locoo..me encanto lo q escribistee..besos amigaa!!y un fuerte abrazo aunq no sea igual al de tu amigaa..jeje!!
wow! es tan conmovedor lo que escribes, de verdad que me llegó al alma... cada palabra lleva tanto sentimiento... lo digo, porque precisamente yo escribiría lo mismo a mi mejor amiga, yo siento lo mismo, y al leer esto es como si yo tmbien lo hubiera relatado... es tan bonito lo escrito, pues en ella describes aparte del dolor que tienes por no tenerla cerca a la vez demuestras el gran amor que sientes hacia ella, ese gran sentimiento q te unió a ella... Entiendo perfectamente lo q pudiste sentir al escribir esto pues es lo mismo q yo siento, no pude evitar q se me llenaran los ojos de lágrimas al leerlo, pues cada frase significaba parte de mi vida, de mis sentimientos... me pregunto las mismas cosas, que hice yo para q se alejara tanto d mi? y al intentar descubrir sus respuestas me llena de dolor el alma...y solo me queda culparme porque quizas fui yo sin darme cuenta... en fin, solo sé que la extraño demasiado, y me es muy dificil vivir sin ella, fué mi prioridad siempre, como tu tambien explicas, no a cualquiera entrego mi amistad, y con ella lo hice ciegamente desde el primer momento, se hizo tan especial e importante en mi vida, q ahora me duele en el alma su actitud...
veo q esto lo escribiste en 2008, espero q a estas alturas hayas logrado recuperar a tu amiga y todo sea como antes. Un saludo.
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