Te extraño, ¿sabías?
Hace varios días ya que las agujas de todos los relojes juegan a la mancha congelada y el sol y la luna se pelean por quién demora más en aparecer. Los días se hacen eternos, y el tiempo no me sirve de nada si no lo puedo pasar con vos. ¿Para qué quiero tantos minutos ahora si ni uno va a ser de tu mano?
Me acuesto temprano para que la noche pase rápido y llegue un nuevo día. Pero a las cuatro de la mañana me caigo del sueño y me doy cuenta que sigo en mi cama, que todavía es de noche y que todavía me resta seguir esperando.
Quiero robarte de donde estés y llevarte conmigo. Lejos, muy lejos. Tan lejos que nadie nos va a encontrar, nadie nos va a molestar.
1 comentario:
Sinceramente, a mi las semanas me resultan largisimas, y eso que tengo varias actividades, pero la espera se hace eterna.
Muy lindo lo que escribis, me agarraste en momentos de extrañar.
Saludos, buen comienzo de la semana.
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