De repente y después de tanto tiempo, tuve ganas de escribir, de escribirte, de escribirme. Quise expresarme, quise contar algo de todo lo que llevo dentro desde la última vez que agarré una lapicera con la misma toma que hace doce años aquella maestra de anteojos grandes no pudo corregirme. Con los dedos mal ubicados según ella, y cómodamente posicionados según yo, dejé algunos renglones rogando que alguien alguna vez los entienda y reconociendo, una vez más, las virtudes de poder decir en silencio sin siquiera abrir la boca.
Joaquín Sabina me canta que “ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte”. Y yo lo repito. Y alguien más lo repite. Y me pregunto si realmente existirá ese alguien que no consigue olvidarme. Yo tengo alguien a quien no consigo olvidar. Y se lo digo, o se lo escribo, o lo callo, pero lo sabe. Sé que lo sabe. ¿Seré yo esa persona a quien alguien no consigue olvidar? Quizás sean todas simples palabras de compromiso. Quizás nadie realmente lo sienta. Pero yo lo siento. Yo siento que extraño mis palabras. Extraño las suyas.
Y sé que extraño. Aunque exista alguien que sea capaz de no extrañar. Sentir que necesito algo, que tengo ganas de algo nuevamente. Eso, para mí, es extrañar. Extraño personas, lugares, sentimientos, sensaciones, sonrisas, miradas, olores, emociones, situaciones. Soy una persona que extraña y cada tanto decide volver. A lo que dejé, a lo que descuidé, a lo que deseo volver. Pero también puedo dejar cosas atrás y no extrañarlas. Sé despegarme. Pero no me gusta hacerlo de todo.
Me alejé buscando mi silencio. Buscando otra cosa que quizás encontré, o quizás más me alejé de ella. Me alejé persiguiendo algo, o siendo llevada sin otra opción. O quizás porque no tenía ningún otro lugar al que ir. Quizás buscaba mi silencio. Quizás buscaba su silencio. El de ustedes. Quizás quería estar sola por un tiempo. Y llegué a extrañarlos. O buscaba alejarme, o buscaba acercarme. O quería pruebas, manifestaciones y hasta quizás revelaciones.
Mi lapicera se estuvo moviendo más que nunca. El teclado fue el que tuvo un tiempo de vacaciones. Por falta de tiempo, no reescribí. Pero seguramente no había un impulso tan poderoso que me llamara a hacerlo. Además ya no escribo como solía hacerlo. No soy la misma escribidora (como me dicen por ahí) de siempre. Nunca soy la misma de siempre. Soy una persona que cambia constantemente. Y no sé si es para bien o para mal. Sé que es un paso hacia delante, porque cambiando, avanzamos, siempre. Todo paso es un aprendizaje. Sólo sé que soy diferente. Sólo un poco diferente a lo que era.
No vuelvo porque me lo pediste. Ni porque decís que no conseguís olvidarme. No vuelvo porque te acercaste con el sólo propósito de retarme. Ni porque me dijiste “desaparecida”. No vuelvo porque ahora tengo más tiempo. Ni porque la inspiración volvió. Musa tuve, y aún tengo. No vuelvo porque me dijiste que no podías creer que lleve tantos días sin publicar. Ni porque decidí reescribir lo que está manuscrito. No vuelvo porque necesito mis tardes de lectura de blogs. Ni por lo que disfruto cada comentario que me hacen. No vuelvo para que mis ojos pidan más descanso del monitor cada vez. Ni para saber de sus vidas nuevamente. No vuelvo porque extraño la blogósfera.
Simplemente vuelvo. Con todos y a la vez ninguno de esos pretextos. Quizás no tanto por vos, también por mí. Vuelvo con fragmentos que se iniciaron en un cuaderno de tapa azul, y otros que acaban de surgir. Vuelvo con nuevos fragmentos de mi alma.
8 comentarios:
Cómo? Todavía nadie comentó nada? Qué están esperando? No ven que ya está de vuelta para que le digan todo eso que pensaban cuando no estaba? Por qué no están ustedes? Simplemente vuelvan, como ella, que ustedes no tienen dónde escapar... ;)
creo que lo mejor es que vuelvas por ti
:)...me alegro que vuelvas y te hayas encontrado...al silencio, guardalo..
volver es buenisimo, siempre y cuando sepas el camino de retorno...
yo dejo migas por si ls dudas.
un saludote
Que bueno que vuelvas. Se te extraña.
Nose si soy yo, pero cada ves que leo algo que escribis lo siento dentro mio, me encanta como lo haces, como te expresas, es bueno que lo vuelvas hacer por vos misma, un besote Vale...
Gracias! :)
Y yo siempre con la intriga por saber quiénes son los que se escudan tras ese anonimato que no es el que me molesta, sino que me intriga. Algún día me dejarán sus nombres?
yo tampoco consigo olvidarte, pero tampoco lo he buscado, es mejor decir que te recuerdo siempre, a veces es dificil, estoy, solo,triste, entonces vuelvo al alma de tus fragmentos, y casi siempre te encuentro a vos, es fabuloso, encuentro de nuevo la alegria, tu grandeza, belleza, tu escribir prodigioso y prodigo. gracias
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